domingo, 21 de junio de 2015

Lobezno: Origen. Parte1

Aviso a navegantes: esta entrada va a estar llena de detalles absolutamente triviales y que sólo pueden interesarle a los más frikis de los cómics. Adéntrense en ella bajo su propia responsabilidad.
También habrá spoilers de cómics que se publicaron hace sólo  unos...40 años.
Mucha de la información que aparece aquí procede de los X-Men Companion I y II, por Peter Sanderson, publicado por Fantagraphics Books en 1982. Una lectura fascinante para cualquiera interesado en la historia detrás de la creación de los X-Men, y el funcionamiento de Marvel durante los 70 y 80.

Normalmente, se considera que el creador de un personaje de ficción es la primera persona que lo utilizó en una historia, o al menos que creó el concepto básico de ese personaje. En los cómics de superhéroes americanos, especialmente en los pertenecientes a editoriales como Marvel y DC, el proceso de "creación de un personaje" es algo bastante más difuso. A lo largo de los años y las décadas, la mayoría de personajes pasan por las manos de muchos guionistas. En teoría existe una continuidad (descontando reboots, softboots, historias alternativas y universos paralelos) y a pesar de tener estilos distintos, cada equipo creativo va a respetar la historia, personalidad y particularidades de cada personaje y su entorno, construyendo sobre el trabajo de sus antecesores. En la práctica, a veces es así, y a veces un nuevo equipo significa una nueva versión del personaje. Sea de una forma u otra, hay ocasiones en que no sólo no son los autores originales los que escriben las historias más memorables de  un personaje, sino que han sido autores posteriores los que han definido la percepción actual que el público tiene de él.
Un ejemplo interesante de eso es uno de mis personajes favoritos, Lobezno (sí, soy así de original). En el caso de Lobezno, incluso la cuestión de quién es el autor original puede ser complicada, y por la red se pueden encontrar respuestas variadas.
La primera aparición de Lobezno en el Universo Marvel es en la colección The Incredible Hulk. Aparece en la última viñeta del número 180 (Octubre de 1974), en el número 181 (Noviembre del 74) pelea contra Hulk y el Wendigo, con resultados no demasiado gloriosos, y al principio del 182 (Diciembre del 74) el gobierno canadiense le ordena al canadiense que se retire. Lobezno sube a un helicóptero en la primera página del número 182 y no vuelve a aparecer en los cómics hasta el Giant Size X-men nº1. Los autores de esos tres números son Len Wein (guionista) y Herb Trimpe (dibujante).
Primera aparición de Lobezno

Así que los creadores de Lobezno son Len Wein y Herb Trimpe. ¿O no? No del todo. Aunque el dibujante de su primera historia fue Herb Trimpe, el primer diseño del personaje fue realizado por John Romita Sr., mientras que la idea de crear a un superhéroe canadiense, bajito, de fuerte temperamento e incluso el nombre de Wolverine le fueron sugeridos a Len Wein por su editor, Roy Thomas 
P. 154:  Not a big deal, but it really does irk me when all the credit for creating Wolverine is given to Len and John Romita, important as they were.  I mean, I didn’t just mention that I’d like a Canadian character.  I told Len I wanted him to make up a character specifically named Wolverine, who is Canadian and small/short of stature and has a fierce temper (like a real wolverine); if that doesn’t establish my bona fides as co-creator of Wolverine, I don’t know what does.
Diseño de Lobezno por John Romita Sr. De la colección de Vince Oliva. Compárese el dibujo de la derecha con el de Herb Trimpe en la viñeta de arriba.

Thomas, por cierto, había estado durante un tiempo dudando entre varios nombres. Quería un héroe canadiense porque Canadá era un mercado importante al que esperaba atraer, y uno basado en un animal, porque en ese momento ese tipo de personajes estaban teniendo una buena acogida. Entre los animales del norte de América, estuvo dudando entre Badger (tejón) y Wolverine (glotón) y finalmente se decidió por Wolverine porque sonaba parecido a Wolf (lobo).
Así que tenemos que Len Wein, John Romita Sr., Roy Thomas y Herb Trimpe son considerados los creadores de Lobezno, aunque alguna gente omite a Roy Thomas o a Herb Trimpe como coautores, e incluso el mismo Herb Trimpe niega que tenga nada que ver con su creación, sino sólo con dar vida a las ideas de otro. ¿Son ellos cuatro los creadores del Lobezno que conocemos hoy en día? Estoy escribiendo esto, así que es fácil adivinar mi respuesta: no, o al menos no del todo. Personalmente, hay tres personas más que considero tan importantes o más en darle forma a Lobezno como los cuatro autores que ya he mencionado: Chris Claremont, Dave Cockrum y John Byrne.
Lo que averiguamos de Lobezno en los números de Hulk en los que aparece es que se llama a sí mismo Wolverine, que el gobierno canadiense, para el cual trabaja, le da el nombre código Arma-X y ha gastado mucho dinero en desarrollar sus habilidades, que usa garras de adamantium para combatir y que tiene mal caracter. Cuáles son exactamente sus habilidades no queda demasiado claro, pero se menciona su fuerza y su velocidad y parece poseer una gran resistencia. ¡No son precisamente pocas cosas para tres números! Especialmente cuando en dos de ellos sólo aparece en una página. ¿Qué le pudieron dar Claremont, Cockrum y Byrne comparado con eso? Pues cosas como una cara, un nombre de pila, sus poderes, una historia...

En mayo de 1975, Marvel publica el Giant Size X-Men nº1, con Len Wein a los guiones y
Dave Cockrum a los lápices. La colección original de los X-Men había sido cancelada hacía 5 años debido a las malas ventas, aunque habían seguido publicándose reimpresiones de las antiguas historias. El Giant Size marca el relanzamiento de los X-Men, con cambios importantes respecto al grupo original: los nuevos X-men son más diversos, más internacionales y más experimentados, ya no son adolescentes que apenas comprenden sus poderes. La nueva formación está compuesta de personajes que ya habían aparecido antes en los cómics Marvel y de otros creados para ese número. Y entre ellos, Len Wein decide incluir a Lobezno. Ciertamente, es poco probable que Dave Cockrum tuviera algo que ver con su inclusión, teniendo en cuenta que Cockrum no sentía demasiada simpatía por él. Hacía unos años, Cockrum había diseñado varios personajes nuevos y había propuesto a DC usar sus ideas en una nueva serie, pero la editorial las había rechazado. También había presentado algunas de sus ideas en Marvel como posibles nuevos X-Men. Entre esos personajes, había uno llamado Wolverine, un personaje bestial y salvaje, con colmillos y, en palabras de Cockrum, "a nasty son of a bitch". Cuando Roy Thomas le sugirió a Wein crear a un personaje llamado Wolverine, Cockrum asumió que había olvidado que él ya le había enseñado uno con ese mismo nombre y el asunto le molestó, aunque decidió dejarlo correr. El mismo Cockrum dice que los personajes no están relacionados, y que él no tiene nada que ver con crear a Lobezno, pero durante bastante tiempo estuvo molesto con aquel otro Wolverine que no era el suyo.
Giant Size X-Men nº1 empieza con Charles Xavier viajando por el mundo y reclutando a varios mutantes. Esa introducción es el momento en que se le pondrá cara y nombre a los que van a ser los futuros miembros de la renacida Patrulla-X. O casi. Lobezno es el único que no tiene un encuentro en ropa de civil con Xavier en ese número, permaneciendo enmascarado en todo momento. Y junto con Banshee, de los dos únicos futuros miembros de la Patrulla cuyo nombre real no se menciona, tan sólo su nombre en código. Lobezno es desde sus inicios un tipo bastante misterioso, pero más producto de cómo se iban publicando las cosas que de algo intencional. Pero al menos hay algo que sí aprendemos de él en ese número, y es que sus garras son retractiles. En los números de Hulk sus garras permanecen todo el tiempo extendidas, incluso cuando está atado o inconsciente, pero es posible que la idea desde el principio fuese que las garras pudiesen esconderse en los guantes. Romita Sr. no lo recuerda con claridad, pero cree que probablemente esa fuese su intención; le gusta que sus diseños sean prácticos y funcionales, una descripción que claramente no se corresponde con ir por ahí con unas garras superafiladas saliendo siempre de las manos.

Romita's uncertain, but he thinks he also devised the claws' retractability. "When I make a design, I want it to be practical and functional. I thought, 'If a man has claws like that, how does he scratch his nose or tie his shoelaces?'"
Que traducido al cristiano quiere decir:
 Romita no está seguro, pero cree que también concibió la idea de que las garras fueran retráctiles. "Cuando hago un diseño, quiero que sea práctico y funcional. Pensé, "si un hombre tiene garras así, ¿cómo se rasca la nariz o se ata los cordones de los zapatos"
El Giant Size X-Men 1 tuvo éxito y en Agosto del 75 se publica X-Men nº 94, el primer número de la serie que no es una reimpresión, sino una historia completamente nueva desde el X-Men nº66. En principio, la historia iba a publicarse como Giant Size X-Men 2, pero finalmente decidieron dividirla en dos partes y publicarla en la serie regular. La segunda parte se publicó dos meses después en el X-Men nº 95, puesto que entonces la serie era bimensual. El X-Men  94, con Chris Claremont a los guiones y Dave Cockrum a los lápices, marca el inicio de Claremont como guionista de los X-Men, y lo seguiría siendo durante casi dos décadas. Guionista, pero aún no argumentista, ya que en esos dos números Len Wein seguía siendo el encargado de escribir el argumento, dejando después por completo la serie debido al exceso de trabajo y el trabajo de guionista por completo en manos de Claremont. Pero ¿cómo puede funcionar eso -se preguntarán los más perspicaces entre los inexistentes lectores de este blog- de que guionista y argumentista sean personas distintas? La respuesta está en algo llamado el Método Marvel.
El Método Marvel* es un sistema ideado por Stan Lee para poder permitirse guionizar un mayor número de cómics cada mes. Básicamente, el guionista le da al dibujante un resumen de lo que ocurre en ese número en lugar de un guion detallado. El dibujante dibujará el cómic basandose en ese argumento, organizando la acción como cree más conveniente. Las páginas con los dibujos ya terminados vuelven al guionista y éste se encarga entonces de escribir los diálogos y textos de complemento. Esto método significa que el dibujante tiene mucho más que decir en lo que ocurre en la historia que con otras formas de plantear el guión. Por supuesto, no todo el mundo en Marvel trabajaba igual y exactamente con el mismo método, y diferentes equipos creativos funcionaban de disferente manera, pero esta forma de trabajar es importante para entender algunas cosas que se explicarán más adelante.
Volviendo al tema del origen del Lobezno actual, dejamos al pobre Lobezno en Giant Size X-Men 1 sin cara y sin nombre. ¿Los consiguió por fin en el X-Men 94? No ¿En el 95? Noooo ¿En el 96, 97? Nop, nop. Hasta el X-Men 98, en Diciembre del 76, no conseguiría sacarse por fin la maldita máscara. Para desvelar esta cara:

Una cara dibujada por Dave Cockrum, que seguía siendo el dibujante regular. Mencioné antes que a Cockrum no le gustaba Lobezno, al menos en parte, por el diseño de otro Wolverine que había hecho y no había llegado a ningún sitio. Cuando Cockrum le dio cara a Lobezno, bien por una pequeña broma o por aprovechar el diseño, decidió darle al nuevo Wolverine la cara de su Wolverine:
Diseño del Wolverine de Cockrum
Como nota curiosa, Lobezno tardó tanto en dejar ver su cara que cierto dibujante canadiense llamado John Byrne, que trabajaba en ese momento con Claremont en Iron Fist, diseñó su propia versión del aspecto que podría tener y se la mandó a Claremont con una nota que decía "En caso de que Lobezno alguna vez decida sacarse la máscara. ¡Tah Dah!". Un diseño que luego reutilizó cuando crearon a Dientes de Sable en Iron Fist 14.
Cockrum, además de darle cara, también le dió algo más en ese número al establecer su aspecto bajo la máscara. Le dio una edad, aunque fuese aproximada. La idea de Len Wein era que los nuevos X-Men fueran adolescentes, incluyendo a Lobezno. La única excepción era Banshee, que era un personaje que ya había aparecido en los X-Men antes de su cancelación, e incluso con él Len Wein intentó rejuvenecerlo tanto como pudo, pidiéndole a Cockrum que le diese un aspecto más joven. Una idea, la del Lobezno adolescente, que claramente no encaja con el diseño de Cockrum para el Lobezno civil. Los X-Men de Claremont ya no son alumnos adolescentes de la escuela de Xavier, y Lobezno es un hombre maduro, que ya tenía amplia experiencia antes de entrar en el grupo. Los cómics son un medio que usa a la vez las palabras y las imágenes para contar la historia, y ese cambio en el diseño, incluso sin una narración explicando lo que significa, cambió por completo a Lobezno y a los mismos X-Men.
Y en ese mismo número, unas páginas después, por primera vez se establece que las garras son parte de Lobezno, cuando incluso sin los guantes puestos, las usa para liberarse de las sujeciones con las que el Dr. Lang los retenía a él y a los otros que había secuestrado.

El personaje había usado garras desde el primer su aparición en la serie de Hulk, pero hasta ese momento no habían sido consideradas más que un arma que usaba. De hecho, la idea de Len Wein era que formasen parte de sus guantes, algo que no convencía demasiado a Claremont, al que no entusiasmaba la idea de que cualquiera pudiera quitárselas y usarlas contra él en una batalla. Y la solución se la dio Cockrum. Él y Claremont trabajaban de forma bastante compenetrada, intercambiando ideas sobre el futuro de la serie y los personajes, y en una de esas reuniones, el dibujante le sugirió a Claremont que las garras saliesen de sus manos. En la escena tal como fue dibujada, incluso sus propios compañeros se asombran de no saber que eran parte de él.
-Tus garras, amigo...¡Santo cielo, son parte de ti!¡No lo sabiamos! -Qué más da, Irlandés. No es asunto vuestro. (Traducción aparecida en la versión española, por Fco. Pérez Navarro)




Y en cuanto al nombre...seguía sin tenerlo.

*Para los interesados en saber más sobre el Método Marvel, al menos con Stan Lee, pueden leer en Un Tebeo con Otro Nombre unas interesantes declaraciones de cómo funcionaba el asunto provenientes del litigio entre los herederos de Kirby y Marvel

En la Parte 2, cómo consiguió el resto de sus poderes, su nombre (por fin), y su encantadora personalidad.